Fue presentado por el gobierno municipal en el Concejo Deliberante. Establece que todo generador debe adoptar "medidas tendientes a disminuir" la cantidad de desperdicios.
El gobierno local envió al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza que establece la obligación por parte de los vecinos de separar los residuos en origen y adoptar medidas tendientes a disminuir la cantidad de desperdicios.
La separación domiciliaria comenzó en el distrito en mayo de 2012, durante el gobierno de Gustavo Pulti. Se trata de una pauta sugerida por el Ejecutivo, y si bien el gobierno anterior analizó la posibilidad de tornarla obligatoria, no llegó a avanzar en esa dirección.
Según la iniciativa, “todo generador de residuos sólidos urbanos y asimilables tiene la obligación de realizar la separación inicial selectiva de los mismos en origen” y
“adoptar medidas tendientes a disminuir la cantidad de residuos sólidos urbanos que genere”.
Los residuos separados selectivamente en origen “deberán ser colocados por los generadores de conformidad con las indicaciones de tipo, modo, tiempo y lugar que establezca la autoridad de aplicación para su recolección domiciliaria diferenciada”, agrega.
La norma establece condiciones para la recolección. Por caso, dispone que para la recolección de los residuos no recuperables siempre deberán utilizarse equipos de carga manual o mecanizada que cuenten con caja compactadora de tipo cerrado, con sellos herméticos o tecnología que no permita la perdida de líquidos provenientes de los residuos en la vía pública ni su caída fuera del vehículo durante su transporte.
El proyecto también prohíbe el arrojo de residuos a cielo abierto o en sitios que no se encuentren habilitados por el municipio para la disposición de residuos. También el vuelco de residuos en cauces de agua o su enterramiento.
Además, deja “expresamente prohibida la combustión” de residuos a cielo abierto o mediante el uso de cualquier tecnología que no se encuentre previa y debidamente aprobada. Tanto como la quema de neumáticos fuera de uso.
Por su lado, las plantas de separación, tratamiento o valorización habilitadas por el municipio llevarán a cabo la recepción, clasificación, manipulación y tratamiento de los residuos sólidos urbanos recuperables, su acopio temporario y comercialización.
Los que no resulten recuperados por estas plantas serán descartados y remitidos al sitio que determine la municipalidad para su disposición final.
Entre los objetivos se mencionan lograr una minimización en la generación de residuos, un tratamiento ambientalmente sustentable de los residuos domiciliarios, una adecuada separación de residuos en origen y el fomento de la separación de residuos en origen “como una de las vías fundamentales para el cuidado del ambiente a través de programas educativos y de concientización destinados a toda la comunidad de residentes y turistas”.
Otros ejes son promover la separación, compostaje o biodigestión de residuos orgánicos, reducir los impactos negativos que los residuos pueden producir en el ambiente, erradicar microbasurales a cielo abierto y promover el desarrollo de planes de inclusión social que generen mejoras en las condiciones de vida y trabajo de los recuperadores y sus familias.
A la vez, el Departamento Ejecutivo deberá implementar y desarrollar un programa permanente de educación ambiental, que tendrá como objetivo difundir, concientizar, educar y capacitar a la población sobre el programa de gestión integral de residuos.
Para la adaptación hay tiempo. El Concejo todavía no comenzó a tratar la ordenanza y, si la aprueba, a los 45 días desde su promulgación debería ser reglamentada y recién a los a los 180 días corridos entraría en vigencia.